A mediados del año pasado, la noticia de que niños y niñas infectados con COVID-19 desarrollaron cuadros clínicos agudos acompañados de un síndrome hiper inflamatorio, que debía ser tratado bajo cuidados intensivos generó preocupación en todo el mundo.
El llamado «Síndrome Pediátrico de Inflamación Multisistema» llegaba a cuestionar la idea de que el Coronavirus solo afectaba a los mayores.
El PIMS en inglés, es un cuadro relacionado a casos de niños y niñas que debieron ser hospitalizados por cuadros inflamatorios multisistémicos tras contagiarse de COVID-19.
En medio de los esfuerzos por recuperar parte de la normalidad, los colegios están de a poco retomando las clases presenciales, pero esto ha traído como consecuencia dudas y preocupaciones entre los apoderados y apoderadas por los posibles riesgos de contagio aunque no existe evidencia que demuestre que los colegios sean un factor que aumente el nivel de contagios
Si bien en Chile el PIMS ha sido muy poco frecuente, con sólo 180 casos aproximadamente durante el año pasado, si un menor presenta este síndrome, puede ser grave. De acuerdo a los datos nacionales e internacionales, el 75% de los niños que presentaron PIMS requirieron ser ingresados a una unidad de cuidados intermedios o intensivos.
Pero si el «Síndrome Pediátrico de Inflamación Multisistema» es diagnosticado adecuadamente y a tiempo, no debería haber mayores dificultades en el tratamiento. Entre los síntomas más comunes en menores están las molestias gastrointestinales como diarrea o dolor abdominal.
En caso de que presente estos síntomas, especialmente fiebre persistente por más de 24 hrs es recomendable consultar de inmediato en una urgencia porque puede ser un caso más complejo.
Ahora que entramos en un lento desconfinamiento resulta indispensable mantener las medidas de protección personal entre los niños y niñas, pero sobre todo entre los adultos de los colegios.