El cáncer de tiroides se origina en la glándula tiroides y esto sucede cuando las células comienzan a crecer sin control.
La glándula tiroides está en la parte frontal del cuello, debajo de la manzana de Adán y en la mayoría de las personas no se puede ver o palpar. Su función es regular el metabolismo, la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura corporal.
La glándula tiroidea tiene dos tipos principales de células:
- Las células foliculares usan yodo de la sangre para producir la hormona tiroidea que ayuda a regular el metabolismo de una persona.
- Las células C o parafoliculares son las que producen calcitonina, una hormona que ayuda a controlar cómo el cuerpo usa el calcio.
Otras células menos comunes en la glándula tiroidea incluyen las células del sistema inmunitario (linfocitos) y las células de soporte (estromales).
Cada tipo de célula genera diferentes tipos de cáncer y es bueno darse cuenta de las diferencias entre ellas puesto que afectan cuán grave es el cáncer y el tipo de tratamiento que se realizará. Si bien la mayoría de estos son benignos hay algunos que son malignos y se pueden propagar a los tejidos cercanos y a otras partes del cuerpo.
La mayoría de los nódulos tiroideos son benignos, pero alrededor del 15% son cancerosos. Algunas veces estos nódulos producen demasiada hormona tiroidea que causa hipertiroidismo. Usualmente los nódulos que producen demasiada hormona tiroidea son benignos.