Esta es una enfermedad en la cual el tejido sano del hígado es reemplazado por tejido cicatrizal que, con el tiempo, impide que el hígado funcione correctamente. Esto sucede cuando ha sido causada por beber cantidades excesivas de alcohol durante un periodo muy extenso de tiempo.
Cuando las células sanas del hígado son reemplazadas por tejido cicatrizal el proceso se llama fibrosis. Si esto ocurre, el tejido del hígado, que debería ser liso, se torna noduloso y duro.
Hay otro tipo de cirrosis cuya causa tiene como origen infecciones hepáticas, como hepatitis B y C o problemas hereditarios del hígado.
La cirrosis alcohólica es el tipo más grave de un conjunto de enfermedades hepáticas y está relacionada con el consumo de alcohol. La enfermedad de hígado graso generalmente puede revertirse al dejar de beber. Pero, las personas que siguen bebiendo en exceso corren el riesgo de desarrollar un tipo más grave de enfermedad hepática, como la hepatitis o cirrosis alcohólica.
La mayoría de las personas con cirrosis compensada tienen pocos síntomas o ninguno. Sin embargo, sin tratamiento, es probable que desarrolles cirrosis descompensada y si esto sucede tendrás síntomas y complicaciones graves.
Si en tu cuerpo la cirrosis está avanzando lo más probable es que sufras los siguientes síntomas
- Color amarillento en la piel y/o en la parte blanca de los ojos
- Hinchazón del abdomen (barriga) y piernas
- Hematomas y hemorragias que aparecen con facilidad
- cambios sexuales – si eres hombre podrías notar que tienes menos vello corporal, testículos más pequeños y más tejido mamario.
- Si vomitas sangre, tus heces son negras o tienes fiebre, debes buscar atención médica urgente.
Recuerda que en el Centro Médico Monjitas realizamos Resonancia de Abdomen y Pelvis lo que te ayudará a detectar de mejor manera como está funcionando tu hígado.